• El hecho de que vuestro anterior embarazo terminara mediante una cesárea no quiere decir que en éste ocurra lo mismo. Afortunadamente no es algo que se herede.
  • Pero ninguna herramienta es lo suficientemente sensible para predecir el éxito del parto, es decir, que no tenemos ninguna manera para saber quiénes de vosotras tendréis un parto vaginal. No consideramos un fracaso el intento fallido de un parto vaginal.
  • Id meditándolo a lo largo de la gestación, preguntando vuestras dudas e inquietudes al tocólogo y a la matrona; de esa manera afrontaréis la última etapa del embarazo con la decisión tomada; al final, con el dolor de las contracciones puede que no pensemos con claridad y que nos lleve a tomar una decisión precipitada.
  • Con este documento, queremos que tengáis toda la información a vuestro alcance, para así, tomar una decisión meditada, madurada y voluntaria, teniendo conocimiento de los pros y contras.
  • En nuestra experiencia, el poder tener un parto vaginal de baja intervención es la situación ideal. De hecho, la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología (SEGO) establece como valor adecuado, "indicador de calidad asistencial", una tasa de parto vaginal tras cesárea previa superior al 40%.
  • No es una decisión impuesta, si no que os permitimos la elección porque existe un pequeño riesgo de rotura uterina, 0,8%; pero esto ocurre fundamentalmente en aquellos casos en que se provoca el parto; por eso, nosotros no recomendamos provocar el parto de manera agresiva en aquellas mujeres que habéis tenido una cesárea anterior; además durante la dilatación, son partos mucho más vigilados.
  • Por otro lado, las cesáreas tienen sus riesgos como cirugía que es. Mayor riesgo de hemorragia, transfusión, hematoma, relaparotomía (necesidad de volver a abrir la cicatriz por alguna complicación), histerectomía (quitar el útero o matriz), infección, daño del uréter, vejiga, laceraciones del cérvix, vagina, etc, que son de 5-10 veces más frecuentes que en un parto vaginal. El dolor postparto es mayor después de una cesárea, y la recuperación resulta más larga y difícil.
  • Sin dejar de lado las posibles secuelas psicosociales; es un momento de cambios y si a ello asociamos las complicaciones o limitaciones de la cesárea, puede llevarnos a mayor depresión postparto. En general lo vivís con menor grado de satisfacción.
  • La creencia popular de que la cesárea tiene un riesgo mínimo para la madre es falso. Es importante tener en cuenta este riesgo al decidir la realización de cesárea.
  • El hecho de que se os permita elegir es porque en los últimos años damos cada vez más importancia el papel que vosotras debéis ocupar en el proceso de diagnóstico y tratamiento. Queremos que seáis partícipes en la toma de decisiones, guiado por la información que os aportamos; la firma de un consentimiento informado es para que quede constancia de vuestra elección