¿Qué es?

El Prolapso de órgano pélvicos (POP) es el descenso de algunos de los órganos pelvianos a través de la vagina. El POP más frecuente es el cistocele (el órgano que se encuentra descendido es la vejiga), que se puede asociar a síntomas urinarios como la incontinencia de orina, la obstrucción urinaria, la urgencia miccional o las infecciones urinarias de repetición. Los otros órganos que pueden sufrir un descenso en su posición original son el útero (hablamos entonces de histerocele) y el recto (rectocele). También la vagina, cuando se ha realizada la extirpación previa del útero (histerectomía) se puede prolapsar (prolapso de cúpula vaginal).


La anatomía propia de la mujer y otros factores de riesgo como la obesidad, los partos vaginales o el estreñimiento, hacen de esta patología algo muy frecuente. Se estima que cerca del 30% de las mujeres presentarán algún tipo de prolapso a lo largo de su vida.

Los POP pueden ser asintomáticos o sintomáticos, debido a la sensación de bulto o por la disfunción que provoca el órgano descendido.


¿Qué pruebas me van a realizar?

Además de una adecuada Historia Clínica donde se reflejen edad, factores de riesgo y síntomas que pueda ocasionar el prolapso, es necesario realizar una exploración física.

Ésta se realizará con la vejiga llena, en posición ginecológica y bipedestación, y tiene como objetivos, determinar el grado del prolapso, diagnosticar los defectos anatómicos específicos, descartar la presencia de prolapsos asociados y evaluar el tono de la musculatura pélvica.


Ninguna prueba es imprescindible, pero las siguientes pueden resultar de ayuda según el criterio de su urólogo:

  • Cistouretrografía: consiste en, sondando previamente al paciente, llenar de contraste la vejiga y pedirle que orine delante de un aparato de rayos X (similar al de las radiografías), para evaluar la forma y la capacidad vesical y uretral.
  • Ecografía: sirve para descartar un mal vaciamiento vesical secundario a la obstrucción que produzca el POP, y otros efectos indirectos, como la dilatación de los riñones, aunque esto es excepcional.
  • Resonancia magnética nuclear (RMN): es una prueba que tiene una buena visualización para ver tejidos blandos. Al tener que realizarse tumbado, puede infravalorar algunos prolapsos. Es posible realizarla de forma dinámica (en movimiento), mediante la introducción de gel en vagina y recto, lo cual permite una mejor valoración del prolapso.
  • Estudio urodinámico: es una prueba invasiva en la que se coloca una sonda vesical y otra rectal, llenando de líquido (suero) la vejiga. Posteriormente, se realiza la micción, objetivándose la respuesta de la vejiga al llenado y durante el vaciado. Es una prueba que evalúa el funcionamiento vesical y las posibles alteraciones que genere el POP. En ocasiones, es suficiente con la realización de una Flujometría, en la que la paciente orina en un dispositivo especial, tras haber bebido líquido. Mide la capacidad de vaciado de la vejiga y se comprueba después con ecografía la existencia de residuo vesical.
  • Cistoscopia: sirve para descartar enfermedades simultáneas en la vejiga. Es otra prueba invasiva, que gracias a un instrumento llamado cistoscopio permite entrar en la vejiga con anestesia local y valorar directamente su superficie interna.

¿Cómo se trata?

Se deben de tratar aquellos prolapsos que produzcan molestias a la paciente o que produzcan síntomas.


Tipos de tratamiento:

  • No quirúrgico: la rehabilitación del suelo pélvico, la corrección de factores de riesgo como la obesidad o el estreñimiento, o el uso de un pesario (anillo de silicona que se coloca intravaginalmente por el urólogo o ginecólogo y que reduce el POP) sirven para aquellas pacientes que no deseen o no puedan someterse a una intervención.
  • Quirúrgico: los POP, en función de sus características y de las preferencias del urólogo y de la paciente, pueden intervenirse por vía vaginal o por vía abdominal (mediante cirugía abierta o por laparoscopia). La corrección del POP puede realizarse usando los tejidos propios de la paciente o utilizando material protésico (mallas).