Unidad de Patología Celular y Molecular
El Servicio de Anatomía Patológica constituye una de las piedras angulares del proceso diagnóstico, terapéutico y pronóstico en los pacientes oncohematológicos. Su responsabilidad fundamental va más allá de la emisión de informes histopatológicos, y se sitúa en el núcleo del abordaje multidisciplinar del paciente oncohematológico, integrando la morfología celular y tisular con técnicas moleculares avanzadas, y proporcionando información crítica para la toma de decisiones clínicas en el contexto de la medicina de precisión. La Anatomía Patológica en un entorno oncológico de alta complejidad ha evolucionado de forma significativa en los últimos años, incorporando herramientas innovadoras que permiten un análisis más preciso, reproducible y dinámico de las muestras tumorales. La digitalización de los procesos diagnósticos —mediante la implementación de escáneres de alta capacidad de portaobjetos, sistemas de visualización digital y flujos de trabajo integrados— ha permitido no solo una mejora en la trazabilidad, seguridad, eficiencia y calidad de los diagnósticos, sino también una mayor interoperabilidad entre equipos clínicos, potenciando el trabajo colaborativo entre patólogos, oncólogos, hematólogos y otros profesionales implicados en el tratamiento del cáncer. Precisamente, el Servicio de Anatomía Patológica se estructura en torno a un equipo altamente especializado, con patólogos dedicados a áreas específicas de la oncología (pulmón, mama, aparato digestivo, genitourinario, ginecológico, cabeza y cuello, piel, sistema nervioso central, entre otros) y de la hematopatología. Esta superespecialización permite un diagnóstico experto, ajustado a los estándares internacionales más exigentes, en sintonía con los avances en la comprensión y conocimiento de la biología tumoral. Además, el proceso diagnóstico se realiza bajo una acreditación en calidad ISO15189 en este Servicio, garantizando la precisión de los diagnósticos emitidos.
La integración de técnicas moleculares es esencial. El Servicio de Anatomía Patológica cuenta con una alta capacidad de uso de técnicas de secuenciación masiva (NGS), lo que permite el análisis simultáneo de múltiples genes relevantes en el contexto de cada tumor, identificando alteraciones con valor predictivo, pronóstico y terapéutico. Esta capacidad analítica se extiende también al estudio de fusiones génicas, inestabilidad de microsatélites, inestabilidad genómica y otros biomarcadores fundamentales en la era de la medicina personalizada. La biopsia líquida, como técnica complementaria no invasiva, también ha sido incorporada a la rutina diagnóstica del servicio. Su utilidad se extiende tanto al diagnóstico de biomarcadores cuando el tejido tumoral es limitado, como a la detección de resistencias adquiridas. Su interpretación requiere una integración experta con los hallazgos histológicos y moleculares convencionales, asegurando una visión completa del perfil biológico de cada tumor.
El Servicio de Anatomía Patológica actúa, por tanto, como eje integrador del diagnóstico oncológico, conectando los datos morfológicos con la biología molecular del tumor, y facilitando así una estratificación terapéutica adecuada. En el marco de comités multidisciplinares, el patólogo aporta una visión crítica que guía la selección de terapias dirigidas, inmunoterapias y opciones de tratamiento individualizadas, siendo un interlocutor esencial en la atención integral del paciente con cáncer.