Simulación Clínica
Desde la publicación en 1999 de To Err is Human donde quedó patente que en EEUU mueren cada año entre 44.000 y 98.000 personas como consecuencia de errores que podían haber sido prevenidos. Existe una creciente preocupación por parte de las instituciones sanitarias para aumentar la seguridad de nuestros pacientes. Todo esto unido a los avances tecnológicos en el área de la simulación, que hoy en día nos ofrecen la posibilidad de formarnos prácticamente en cualquier área o técnica concreta, hace que cada vez existan menos razones por las cuales debemos realizar nuestro entrenamiento y practicas directamente sobre pacientes reales.
La Escuela de Enfermería de la Fundación Jiménez Díaz (FJD) considera y apuesta por la simulación clínica como un pilar fundamental en la formación del Grado en Enfermería, tanto para mejorar la calidad de la enseñanza como para mejorar la seguridad de nuestros pacientes. A lo largo de los cuatro años de este programa académico, se emplea esta metodología en diversas asignaturas teóricas para desarrollar habilidades y competencias; abordando aspectos conductuales, cognitivos, sociales e interpersonales, entre otros; realizando un total de cerca de 200 h por estudiante en simulación clínica a lo largo de los 4 años de grado y finalizando con la Evaluación Clínica Objetiva Estructurada (ECOE) en 2º curso y 4º curso, evaluando mediante entornos simulados las competencias y habilidades adquiridas por cada estudiante.
Nuestra manera de trabajar mediante simulación es la siguiente: Siempre en grupos reducidos de máximo 10 estudiantes. En primer lugar, el estudiante recibe el conocimiento teórico, mediante clases teóricas, material docente, etc. Tras ello realizamos la zona 1 de simulación, es decir, talleres de habilidades básicas en un entorno tranquilo y acompañado siempre de un profesor que se encarga de enseñar a nuestros estudiantes cómo realizar dicha técnica. Tras ello, pasamos a una zona más avanzada de simulación, donde integramos lo aprendido previamente en casos clínicos, en los cuales, el estudiante se enfrenta a situaciones clínicas antes de ir a sus prácticas clínicas.
Cada una de las actividades de simulación sigue el enfoque del debriefing con buen juicio desarrollada por el Center For Medical Simulation, que pretende generar un ambiente de seguridad psicológica en los estudiantes y generar aprendizaje de forma transparente y honesta.
Previo a realizar las actividades de simulación, se lleva a cabo un "contenedor seguro" o prebriefing, cuyo objetivo es el de bajar la posible ansiedad previa a vivir una situación simulada, centrar en el contexto y entorno a los estudiantes y generar un clima de seguridad, distendido y de confianza entre todos.
Posteriormente se realizan los escenarios de simulación en un entorno seguro y controlado por los instructores.
Al finalizar cada uno de los escenarios de simulación se realiza un debriefing o feedback con buen juicio en conjunto con los 9 o 10 estudiantes participantes, que consiste en una evaluación formativa del rendimiento de los participantes en forma de reflexión conjunta, guiada por los instructores en base a unos objetivos docentes, generando discusión y feedback para aplicar las nuevas herramientas en su práctica clínica.
En la Escuela de Enfermería FJD-UAM contamos con todos los materiales clínicos y simulados para llevar a cabo las actividades de simulación de la manera más eficiente y realista. Además, trabajamos también con actores y actrices para aumentar el realismo en distintas simulaciones.
La importancia de contar con simuladores, actores y actrices, y material adecuados que aumenten la fidelidad en la simulación es imprescindible para lograr un aprendizaje inmersivo y situado. Esta fidelidad garantiza un aprendizaje más efectivo al recrear situaciones clínicas lo más cercanas posible a la realidad. Esto permite a los estudiantes enfrentarse a escenarios complejos y desafiantes, brindándoles la oportunidad de aplicar sus conocimientos teóricos en un entorno práctico sin riesgos para los pacientes.
La fidelidad en la simulación implica que los escenarios y situaciones recreadas se asemejan de manera notable a la realidad clínica. Esto permite a los estudiantes experimentar situaciones auténticas y realistas, lo que facilita la transferencia de conocimientos teóricos a la práctica. Cuando los estudiantes se enfrentan a situaciones que se parecen mucho a lo que encontrarán en la práctica clínica real, el aprendizaje se vuelve situado, ya que pueden ver la relevancia directa de lo que están aprendiendo.
De esta manera, disponemos de las siguientes salas de simulación con los materiales y simuladores necesarios para cada actividad:
Sala de simulación 1 (Consulta)
Sala de simulación 2 (Triaje-Consulta)
Sala de Simulación 3 (Hospitalización)
Sala de simulación 4 (Materno Infantil)
Sala de simulación 5 (Cuidados Intensivos)
Sala de simulación 6 (Área Quirúrgica)
Control 1 (Consultas-Triaje)
Control 2 (Hospitalización Adulto y Área Quirúrgica)
Control 3 (Cuidados complejos y Hospitalización Materno-Infantil)
Debriefing 1 y 2
Debriefing 3
Debriefing 4
Debriefing 5
Debriefing 6
Los estudiantes que han realizado actividades basadas en simulación (N=390) reconocen que esta herramienta docente mejora sus habilidades técnicas (95,9%), su seguridad (91%), refuerza su razonamiento crítico y toma de decisiones (97,2%), y en el futuro les ayudará a valorar el estado del paciente (93,1%) y priorizar los cuidados (97,9%). Además, les permite aprender de los errores cometidos (98,6%), considerando la simulación útil para la práctica clínica (99,3%).
Tras finalizar las sesiones de simulación, los estudiantes consideran que siempre se ha realizado una retroalimentación constructiva (100%), que el debriefing permite reflexionar sobre los casos (100%) y que éste ayuda a corregir los errores (99,3%), cubriendo estas sesiones sus expectativas de aprendizaje (97,2%).