Como cualquier cuestión en medicina, no se pueden asegurar ni beneficios concretos ni riesgos ciertos. En general, podemos decir que si usted participa en un ensayo clínico: Podría ser uno de los primeros beneficiarios de una droga que funciona antes que mucha otra gente El cuidado y control de un paciente en ensayo clínico es mayor, obligado por las autoridades sanitarias para su mayor seguridad.

Las autoridades sanitarias y los comités éticos son muy exigentes con la seguridad y control de los pacientes que participan en un ensayo clínico. Aunque en ocasiones éstos se ven sometidos a más pruebas que quien se trata fuera de un ensayo, dichas pruebas extraordinarias son vigiladas con mucho rigor. Se exigen estándares muy estrictos para la inclusión y para cada tratamiento, de manera que su caso es seguido y supervisado no sólo por su médico sino por las personas designadas para vigilar que el ensayo clínico se desarrolla de acuerdo a lo que se llaman normas de Buena Práctica Clínica.

El participar en un ensayo clínico es un acto, fundamentalmente, de generosidad hacia los demás y hacia la Ciencia. Si el producto funciona muchas más personas cuando termine el estudio se podrán beneficiar gracias a usted.

Las potenciales circunstancias negativas de su participación en un ensayo clínico son:

  • Efectos secundarios no conocidos y no esperados Que no tenga una mayor efectividad que tratamiento convencional.
  • Que tenga menor eficacia que el tratamiento convencional