¿Qué es?

La incontinencia urinaria (IU) se define como la pérdida involuntaria de orina. Es una patología muy frecuente y existen varios tipos según cómo se produzca esta pérdida:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo: se define como la pérdida involuntaria de orina con el esfuerzo, tos o estornudo. Es la más frecuente, representando entre el 10 y el 40% de los pacientes.
  • Incontinencia urinaria de urgencia: se define como la pérdida involuntaria de orina acompañada o precedida inmediatamente de urgencia. Se define la urgencia como el deseo imperioso de orinar que es difícil de retrasar. Ocurre hasta en el 7% de los pacientes.
  • Incontinencia urinaria mixta: es la pérdida involuntaria de orina asociada a urgencia y a los esfuerzos, tos o estornudos. Representa entre el 7 y el 25% de los pacientes.

¿Por qué se produce?

  • Edad: existe una asociación desde la menopausia en adelante.
  • Obesidad: es el factor que más claramente se asocia. Multiplica por dos el riesgo de sufrir incontinencia y aumenta su severidad.
  • Embarazo y tipo de parto: el parto vaginal aumenta el riesgo y es proporcional al número de partos.
  • Dieta: el café, el tabaco y las bebidas carbonatadas empeoran la IU.

¿Qué pruebas me van a realizar?

En primer lugar, se debe realizar una Historia Clínica en la consulta del urólogo en la que se obtengan datos sobre la frecuencia y severidad de la IU, así como la asociación con otros síntomas de vaciado o llenado de la vejiga. Es fundamental conocer durante la entrevista clínica qué otras enfermedades padece el paciente, dado que las enfermedades neurológicas, la cirugía pélvica, la radioterapia, los partos y la cirugía vaginal influyen en la continencia.


Seguidamente se realiza una exploración física detallada, para descartar anomalías anatómicas o neurológicas.


En función de los hallazgos y del tipo de incontinencia, existen diferentes pruebas que se pueden realizar. No realizaremos todas las pruebas en todos los pacientes, sino que el especialista valorará la necesidad de su realización de forma individualizada:

  • Cuestionarios de síntomas y calidad de vida, siendo algunos de los más utilizados en nuestro medio el ICIQ-UI-SF (International Consultation on Incontinence Questionary for Urinary Incontinence-Short Form) y el CACV (Cuestionario de Autoevaluación del Control de la Vejiga).
  • PAD-TEST: consiste en realizar la medición del peso de los absorbentes que usa el paciente durante un periodo de tiempo determinado, siendo los más usados los de 1 hora y los de 24 horas, para cuantificar de manera objetiva la severidad de las pérdidas.
  • Diario miccional: es un registro realizado por el paciente, en el que se refleja el patrón de eliminación de orina e ingesta de líquidos, durante 3 días seguidos.
  • Flujometría: es una prueba no invasiva que consiste en hacer que el paciente orine en un aparato (flujómetro), que nos dará una gráfica. Con ella es posible medir el volumen orinado por unidad de tiempo (flujo), el volumen emitido en una micción y la cantidad de orina que no es capaz de evacuar la vejiga (residuo).
  • Medición del residuo postmiccional: consiste en medir la cantidad de orina que queda en la vejiga después de la micción. Generalmente se realiza mediante ecografía abdominal.
  • Ecografía urológica: permite valorar la anatomía del aparato urinario y descartar la presencia de otras enfermedades como causa de incontinencia urinaria.
  • Estudio urodinámico: es una prueba invasiva en la que se coloca una sonda vesical y otra rectal, llenando de líquido (suero) la vejiga. Posteriormente, se realiza la micción, objetivándose la respuesta de la vejiga al llenado y durante el vaciado. Es una prueba que evalúa el funcionamiento vesical.
  • Cistoscopia: sirve para descartar enfermedades simultáneas en la vejiga. Es otra prueba invasiva, que gracias a un instrumento llamado cistoscopio permite entrar en la vejiga con anestesia local y valorar directamente su superficie interna.

¿Cómo se trata?

Los objetivos del tratamiento son reducir el número de episodios de incontinencia y mejorar la calidad de vida del paciente.


Cambios en el estilo de vida:

  • Micciones pautadas.
  • Restricción en la ingesta de líquidos.
  • Dejar de fumar.
  • Evitar las bebidas con cafeína y alimentos picantes.

Rehabilitación del suelo pélvico:

  • Es un tratamiento conservador que tiene su indicación en la IUE e IUM y de la que se encargan los médicos rehabilitadores y los fisioterapeutas especializados en suelo pélvico.

Tratamientos farmacológicos

Se usan fundamentalmente para el tratamiento de la incontinencia urinaria de urgencia. Los más frecuentemente utilizados son:

  • Anticolinérgicos (solifenacina, fesoterodina, propiverina, oxibutinina, tolterodina y trospio): su efecto consiste en suprimir las contracciones vesicales y aumentar la capacidad vesical.
  • Agonistas betaadrenérgicos (mirabegrón): estimula la relajación de la vejiga, evitando las pérdidas y aumentando la capacidad vesical.

Estos fármacos se diferencian en sus efectos secundarios, fundamentalmente.


Tratamientos quirúrgicos

  • Inyección intravesical de toxina botulínica: se usa para el tratamiento de la incontinencia urinaria de urgencia. Tiene una eficacia superior a los fármacos orales, con menos efectos secundarios sistémicos. Presenta riesgo de retención aguda de orina (5-6%) e infecciones de orina (15%). La duración media del efecto es de 6-9 meses.
  • Cabestrillo suburetral: indicado en el tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo. Se trata de una cinta de material sintético que, colocada en vagina mediante una intervención quirúrgica, buscan reforzar los ligamentos pubouretrales y servir de soporte para la uretra. En los varones, sujetan el bulbo uretral a nivel del periné, permitiendo la recuperación de la continencia. Los diferentes modelos difieren en su tamaño, ajustabilidad y en la dirección en la que se colocan en la pelvis.
  • Inyección de sustancias periuretrales: indicada en el tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo. Se inyecta material biocompatible alrededor de la uretra, lo cual permite un mejor cierre de ésta, disminuyendo o eliminando las pérdidas.
  • Esfínter urinario artificial: indicado en el tratamiento de la incontinencia urinaria de esfuerzo. Se trata de un manguito relleno de suero colocado alrededor de la uretra, que cierra ésta impidiendo las pérdidas. Para poder realizar la micción, el paciente debe activar la bomba (situada en el escroto en los varones y en el labio mayor en las mujeres), lo cual abre el manguito, permitiendo la salida de la orina.

Todos estos dispositivos y tratamientos pueden ser utilizados tanto en varones como en mujeres.