Tratamiento de malformaciones vasculares de bajo flujo
¿Qué son las malformaciones vasculares de bajo flujo?
Las malformaciones vasculares de bajo flujo son alteraciones congénitas del sistema vascular, debidas a errores en la formación de los vasos durante el desarrollo embrionario. A diferencia de los tumores vasculares, estas lesiones no presentan proliferación celular activa, sino una estructura vascular malformada y persistente.
¿Cómo se clasifican?
Se clasifican según el tipo de vaso implicado y su comportamiento hemodinámico:
- Malformaciones venosas (VM): vasos dilatados y dismórficos con flujo sanguíneo lento. Se manifiestan como masas blandas, azuladas, dolorosas o compresibles.
- Malformaciones linfáticas (LM): acúmulos quísticos de linfa, formados por vasos linfáticos mal conectados. Se dividen en microquísticas, macroquísticas o mixtas.
- Malformaciones capilares (CM): redes superficiales de capilares dilatados, visibles como manchas rojas o vinosas.
- Formas mixtas: combinación de componentes venosos y linfáticos.
Estas malformaciones pueden aparecer en diversas regiones del cuerpo, especialmente en cabeza y cuello, así como en extremidades y tronco y afectar la calidad de vida del paciente, provocando dolor, inflamación, infecciones recurrentes, alteraciones estéticas y, en algunos casos, compromiso funcional.
Desde el punto de vista fisiopatológico, estas anomalías se originan por una alteración en las señales moleculares que regulan la angiogénesis y la linfangiogénesis durante el desarrollo embrionario. Como resultado, los vasos malformados no establecen conexiones funcionales con el sistema vascular normal, y se comportan como estructuras independientes, de crecimiento lento pero progresivo.
¿Cómo se tratan estas malformaciones?
El tratamiento de las malformaciones vasculares de bajo flujo requiere una valoración individualizada por parte de un equipo multidisciplinar con experiencia en patología vascular compleja. Las opciones terapéuticas disponibles incluyen procedimientos mínimamente invasivos guiados por imagen, dirigidos a eliminar o reducir el volumen de la lesión, aliviar los síntomas y mejorar la funcionalidad.
Entre las técnicas más utilizadas se encuentran:
- Escleroterapia percutánea: mediante la inyección directa de agentes esclerosantes como (ethanol, picibanil, polidocanol, bleomicina, doxiciclina, etc) en el interior de la malformación, se provoca una inflamación controlada del endotelio vascular y una fibrosis progresiva del tejido afectado.
- Fotocoagulación intralesional con láser: se emplean en determinadas lesiones para reducir su tamaño o tratar componentes superficiales. Estas técnicas utilizan energía dirigida para generar un efecto térmico que destruye los vasos anómalos.
¿Cómo se realiza el tratamiento?
El procedimiento se lleva a cabo en una sala de angiografía.
Dependiendo del tipo y localización de la malformación, el especialista realiza una punción directa en la lesión o accede a través del sistema vascular (vía endovascular). La sustancia esclerosante se inyecta cuidadosamente, bajo guía radiológica, permitiendo una distribución precisa del medicamento dentro de la malformación. En los casos en que se accede por vía endovascular, el abordaje se realiza casi siempre por vía arterial, preferentemente a través de la arteria radial, aunque también puede emplearse la arteria femoral en función de las características del paciente y de la malformación.
No obstante, en casos seleccionados, según características anatómicas específicas o localización de la lesión, también se pueden utilizar otras técnicas complementarias como:
- Etanol absoluto, empleado de manera puntual en lesiones adecuadas y con estricto control, dadas sus potentes propiedades esclerosantes y mayor perfil de riesgo;
- Laserterapia, para reducir el volumen de ciertas malformaciones localizadas.
¿Por qué elegirnos?
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